«El pensamiento ,a fin de cuenta,es como un hilo enrollado sobre si mismo,flojo en unos puntos,en otros apretado hasta la sofocación y el estrangulamiento,esta aquí dentro ,pero es imposible conocer su extensión toda,pues habrá que desenrollar lo,extenderlo ,y al fin medirlo,pero esto por más que se intente o se finja intentar,no lo puede hacer uno mismo sin ayuda,alguien tiene que venir a decir por donde cortar el cordón que nos liga al ombligo»
Este párrafo del magnífico escritor José Saramago,me llevo a pensar sobre la función de la palabra en el psicoanálisis,en el lugar del analista ,en la producción que efectúa cada uno en la construcción o reconstrucción de ciertas épocas e historias de su vida,y en como para hacerlo necesita ser escuchado por otro(«no lo puede hacer uno mismo sin ayuda»).