A veces una situación puntual pone en marcha la primera entrevista,pero no es signo suficiente de querer «saber» en profundidad lo que sucede,sino de querer solucionar rápido un problema.Y así ,puede ser difícil que la consulta prospere.
Otras veces es un síntoma,al que se ha tratado de curar por distintas vias(médicas,alternativas y otras variadas), pero no remite y se vuelve persistente hasta ocasionar una molestia grave y una desazón continúa.
Un duelo es motivo de consulta y un embarazo también.Los amores perdidos y encontrados,el trabajo,las dificultades de pareja,o las sexuales,o las de vínculos familiares,.Tambien la relación con otros,con pares,con jefes,con subalternos.
Pero como siempre la angustia,un sentimiento del hombre que lo acompaña desde su nacimiento,causa displacer u necesita alivio,e indica una insuficiencia de elaboración psíquica que el psicoanálisis puede proporcionar.
El inicio de una consulta es el comienzo de un camino a descubrir.