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Los tres monos sabios se distinguen porque tienen tapados uno los oídos ,otro los ojos y el último la boca. Es así como el que escucha no ve pero habla, el que ve también escucha aunque no habla, y el que se tapa los oídos habla y ve, pero no escucha.
¿Qué podemos deducir de esta situación?
Tal vez que a la sabiduría le falta una función importante, es decir, siempre será con falla. Por sabio se entiende aquel que sabe, sin embargo estos monos sabios algo fundamental se impiden: o no ven o no escuchan o no hablan.
Al estar juntos, unidos ejerciendo la función de «saber», seguramente se complementan en las deficiencias que se han impedido, posiblemente con la idea de lograr alguna ventaja, porque sin alguna función, las otras se incrementan así como por ejemplo los ciegos aumentan de manera extraordinaria algunas otras funciones de manera imposible para el vidente.
(Recordemos que la imagen representada de la»Justicia», como mujer, también tiene los ojos vendados…) Es interesante pensar el, lugar del analista, lugar al que se le atribuye un cierto saber, porque de otro modo nadie haría una consulta, en relación a estos monos sabios, metafóricamente.
Desde allí concluyo que siempre algo se nos escapa ,al tiempo que perdemos la omnipotencia de querer saberlo todo o curarlo todo Tambien hay tres pilares obligatorios eticamente en la formación de un analista: su propio análisis (análisis personal sin el cual no puede ni debe jamás iniciarse en la tarea de analizar lo INCONCIENTE de otro), el estudio teórico profundizando los elementos que nos anteceden en el descubrimiento de los enigmas del aparato psíquico,y por último, la DECONSTRUCCION clínica,vulgarmente llamada «supervisión»o «control»(el nuevo término es una propuesta detallada y justificada en mi libro «TOUCHE» ,es decir «el analista «tocado»en relacion al esgrima) ,que explica porque es necesario consultar sobre los pacientes y discutir con otro las curas que dirige ,sin que pierdan su privacidad,y manteniendo el secreto profesional.
Por el contrario,esta última función del trípode ,despega al analista de cualquier conflicto propio que no ve o no escucha o no oye ,y entorpece ,a pesar de el mismo,su deseo de analista,y por consiguiente la marcha del tratamiento.
Metafóricamente habrá entonces otro «mono sabio»,que alcance la función que este no cumple.Esto al menos,es lo esperable para llamarse psicoanalista.
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